El mercado de Halifax, en la capital canadiense del arándano, demuestra que se puede nadar
contra la corriente del comercio masivo y despersonalizado. Ubicado en una antigua fábrica
de cerveza, reúne a productores y consumidores locales que buscan buenos precios y,
sobre todo, sabores auténticos de Canadá y el mundo: vino de arándano, chocolate de Ecuador,
embutidos del viejo y del nuevo mundo...
Vaya, hasta comida orgánica para mascotas.
contra la corriente del comercio masivo y despersonalizado. Ubicado en una antigua fábrica
de cerveza, reúne a productores y consumidores locales que buscan buenos precios y,
sobre todo, sabores auténticos de Canadá y el mundo: vino de arándano, chocolate de Ecuador,
embutidos del viejo y del nuevo mundo...
Vaya, hasta comida orgánica para mascotas.
¡Llévelo, llévelo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario