Señora de Andalucía (1998)
©Julia Hidalgo
Por Manuel Pérez-Petit*
Me ensartas en las galerías que construyes en el aire arrancándome los ojos,
me conviertes en rebaño y soy cordero, en tanto me dibujas en lienzos pautados con firmeza,
en esta cárcel en que te rindo culto y firmo el armisticio, en medio de tus fuegos envolventes,
y obedezco los decretos de la república que impones en la dulce tiranía en que por ti muero.
Puntillismo infinito es tu receta para siempre, siempre y cuando yo cumpla tus preceptos y liturgias,
y eso será siempre, y tú lo sabes, como sabes queso y en mi simpleza el último de tus súbditos,
el más ferviente admirador de tus besos y conjuros, tus caprichos, tus designios inmortales.
El plinto soberano que me haces se hace jardín del que no escapo, aunque sabes que nunca escaparía,
en que tu satisfacción y tus ojales florecen en macetas infinitas llenas de condimentos insaciables,
y juegas y me das de bofetadas hasta saciar tu apetito de venganza, tu hambre y sed de mis balcones,
y tus ondas expansivas me confunden en medio de tus guisos y llega la hora de morir en el único regazo.
Guantadas enguatadas de gata y de acero capaces de modelar con pericia alquimista el calendario,
entregadas a su tarea, en este sacerdocio en que me sumerges a tu antojo en un mundo nuevo...
Manos abiertas, fogones de cinco dedos, olla, aceite, sal, pimienta y cuchara de caña para que suene,
en tanto bailo en el mar de lágrimas que me deshace y es tu gozo en mi donación total que me consagra.
El pentagrama de mi vida se hace entonces permanente, y yo ya siendo tú contigo me desintegro
en los ingredientes favoritos: agua, tierra, fuego, aire..., en las cosas que a los demás se esconden,
y haces de mí un ser soluble en estos mismos versos que no verán la luz más que en tus ojos, los únicos posibles...
Me ensartas en las galerías que construyes en el aire arrancándome los ojos,
me conviertes en rebaño y soy cordero, en tanto me dibujas en lienzos pautados con firmeza,
en esta cárcel en que te rindo culto y firmo el armisticio, en medio de tus fuegos envolventes,
y obedezco los decretos de la república que impones en la dulce tiranía en que por ti muero.
Puntillismo infinito es tu receta para siempre, siempre y cuando yo cumpla tus preceptos y liturgias,
y eso será siempre, y tú lo sabes, como sabes queso y en mi simpleza el último de tus súbditos,
el más ferviente admirador de tus besos y conjuros, tus caprichos, tus designios inmortales.
El plinto soberano que me haces se hace jardín del que no escapo, aunque sabes que nunca escaparía,
en que tu satisfacción y tus ojales florecen en macetas infinitas llenas de condimentos insaciables,
y juegas y me das de bofetadas hasta saciar tu apetito de venganza, tu hambre y sed de mis balcones,
y tus ondas expansivas me confunden en medio de tus guisos y llega la hora de morir en el único regazo.
Guantadas enguatadas de gata y de acero capaces de modelar con pericia alquimista el calendario,
entregadas a su tarea, en este sacerdocio en que me sumerges a tu antojo en un mundo nuevo...
Manos abiertas, fogones de cinco dedos, olla, aceite, sal, pimienta y cuchara de caña para que suene,
en tanto bailo en el mar de lágrimas que me deshace y es tu gozo en mi donación total que me consagra.
El pentagrama de mi vida se hace entonces permanente, y yo ya siendo tú contigo me desintegro
en los ingredientes favoritos: agua, tierra, fuego, aire..., en las cosas que a los demás se esconden,
y haces de mí un ser soluble en estos mismos versos que no verán la luz más que en tus ojos, los únicos posibles...
*Manuel Pérez-Petit, poeta chilango andaluz.
Nacido en Sevilla (España), en 1967, vive en la Ciudad de México. Escritor, gestor cultural, periodista y docente. Asesor de diversas galerías de arte, editoriales, publicaciones y centros culturales públicos y privados. Su obra ha sido publicada en media docena de libros y en medio centenar de publicaciones periódicas. Es miembro de la organización de la Plataforma de Artistas Chilango Andaluces.
Desde los ingredientes y hasta el sazón de esté poema-guiso ya se antoja la receta... se me hace agua la boca ;D
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