La producción de energía implica el consumo de recursos no renovables, como madera y los derivados del petróleo.
Cuidar los recursos en la cocina es un acto ecológico y, sobre todo, económico. Aquí te compartimos algunos pasos para contribuir al ahorro energético desde tu cocina:
- No dejes estufas o calentadores encendidos si no es necesario.
- Utiliza la menor cantidad de agua posible para lavar los platos, prefiere el agua fría a la caliente.
- Evita dejar focos encendidos innecesariamente y desconecta los aparatos eléctricos mientras no los utilices.
- Tapa las ollas y sartenes en los que cocines.
- Reduce el uso de plástico envolvente, utiliza sólo el necesario o sustitúyelo por contenedores con tapa.
Tener una cocina más verde no es cosa del otro mundo: es de éste. ¿Ya empezaste?
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