"En un par de meses, me atrevo a decir, el verbo tapear será parte de nuestro vocabulario nocturno."
En la ciudad de México, por fortuna, tenemos diferentes opciones para comer, hay lugares para todos los gustos y sabores. Cada día, es más cosmopolita y esto beneficia a nuestros aventureros paladares. Poco a poco, los pequeños restaurantes ofrecen más ingredientes y preparaciones en sus menús: carnes frías, pizzas, pitas e inventos del chef que entran en la palma de la mano.
Las tapas, originarias de España, son un aperitivo, que a primera vista parecen complejos, mas no lo son. El secreto está en la mezcla de los distintos ingredientes, el choque de sabores y las pequeñas raciones.
La comida sin la globalización sería muy sencilla; por ello, en la capital, podemos degustar tapas a la mexicana. Por ejemplo, la tinga con un algo, que le cambia el sabor o los sopes, los cuales podrían ser unas tapas según la regla de: “una ración pequeña para acompañar alguna bebida”.
Los invito a cortar un pedazo de pan francés, untarle queso azul, ponerle una rebanada de jamón serrano y un toque de arúgula: mi sándwich favorito, pero si le quitamos el pan de arriba queda como una tapa.
Anímense a quitarle el pan de arriba a sus tortas y sándwiches; a experimentar con ingredientes en pequeñas porciones y hacer una noche de tapas con sus amigos y familiares. En un par de meses, me atrevo a decir, el verbo tapear será parte de nuestro vocabulario nocturno.
Los invito a cortar un pedazo de pan francés, untarle queso azul, ponerle una rebanada de jamón serrano y un toque de arúgula: mi sándwich favorito, pero si le quitamos el pan de arriba queda como una tapa.
Anímense a quitarle el pan de arriba a sus tortas y sándwiches; a experimentar con ingredientes en pequeñas porciones y hacer una noche de tapas con sus amigos y familiares. En un par de meses, me atrevo a decir, el verbo tapear será parte de nuestro vocabulario nocturno.
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