martes, 10 de enero de 2012

Reyes, roscas y tamales



En México, el 6 de enero se festeja el día de reyes. Aunque es una celebración de origen católico, ese día todos los mexicanos, sin excepción, comemos con gusto la rosca de reyes, un pan cubierto con azúcar y frutas cristalizadas.  Es común compartirla con la familia- y por supuesto con una taza de chocolate con leche caliente-, pero también se invita a los amigos, o compañeros de oficina y escuela.



Dentro de la rosca está escondido un  muñequito de plástico (anteriormente hecho de porcelana) que representa al niño Jesús. La tradición marca que aquel que lo encuentre,  debe convidar el 2 de febrero, día de la Candelaria, los tamales  (una especie de pan de maíz al vapor).

Generalmente al toparse con el muñequito se provoca la risa de quien está sentado a la mesa, acompañada de comentarios y chistes acerca de quién comprará los tamales, por lo cual, la multiplicación de los muñequitos equivale a la multiplicación de las risas; sin mencionar que representa la repartición del gasto de los tamales entre dos, tres o más personas.
Creo que hay un habitante en mi rosca, como cada año.



Este año a mí me salió el muñequito, hay quien dice que es de buena suerte... No estoy segura, pero bueno, al menos podré elegir el sabor de los tamales en febrero: los de dulce y los de frijol son mis favoritos.


Ya les platicaré más de los tamales.
Por cierto, en Francia y en Nueva Orleans también hay panes de reyes...

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