viernes, 18 de marzo de 2011

Holi, con la piel de colores

Por Inés M. Saavedra
Fotografías de Dora Choi

Es primavera y la India se llena de color. Es tiempo de renovarse, de reinventarse. 

Holi es un festival que celebra la vida: el triunfo del bien sobre el mal.  Entre los meses de febrero y marzo -según el calendario lunar- se celebra Holi, el festival de la vida, este año el día 19 de marzo.

La India es un país lleno de color, pero nunca es más colorida que durante el día de Holi, todo el país se decide a celebrar el triunfo del bien sobre el mal.
Es el final del invierno y el inicio de la primavera. Tiempo de renovación. Es el momento para renovar relaciones.

Holi es un día para divertirse, romper con las formas sociales, para abrazar a la gente y enviar buenos deseos. Es un día para festejar la verdad, para recordar que la honestidad es una virtud muy poderosa. Es también un día para hacer una limpieza profunda de la casa, para deshacernos de lo que no se usa, para renovar tu espacio personal.

En tiempos de invierno el cuerpo humano experimenta una especie de letargo. La música, el baile, el canto y los colores ayudan a tu organismo a estar más activo y saludable; y a tu espíritu para sentirte positivo y optimista. No sólo en la India se celebra Holi, ahora es un festejo que se ha extendido por varias ciudades del mundo.


Súbele al color
A pesar de ser una celebración hinduista, todo el mundo participa, de todas las religiones y tradiciones, este día India se unifica, todos con la piel de colores. Todo comienza algunos días antes, los mercados se llenan de colores. Se venden pigmentos en polvo de muchos tonos, naturales y perfumados. Los mercados se llenan de compradores felices que compran de todos colores y los llevan a casa, llevando no sólo el color, sino el entusiasmo de saber que pronto será Holi.

En la noche de Holi se prenderán fogatas en las calles y para éstas hay que recolectar madera y hay que prepararse para recibir bendiciones la noche anterior a la fiesta.

La gente está ávida de fiesta. Un día antes de la celebración hay bailes y desfiles por todo el país. Los camellos y elefantes se visten de colores también. Hay desfiles de animales, danza, música y representaciones teatrales que recrean las leyendas de Holika en espacios abiertos y se lleva a cabo una bendición.

Es el día del festival, India despierta queriendo divertirse. No hay más ceremonias, sólo fiesta. La gente se reúne en las casas y jardines para llenar de color a sus amigos, nadie se salva: niños y adultos de todas las edades.

La gente se arroja colores los unos a los otros, algunos colores son en polvo y colorean el ambiente, otros colores están disueltos en agua y es esa agua colorida la que baña a la gente.Todos comen y bailan bañados de color.

Fuego al anochecer
Al anochecer, en los principales cruces de las calles de las ciudades se prenden fogatas, fuego que simboliza la purificación, la renovación, el triunfo del bien sobre el mal. Nuestro espíritu también se renueva, todos nos reinventamos.
Holi ha terminado. Al día siguiente todos volveremos a la casa o al trabajo, con nuestros cuerpos todavía azules o rosas, volveremos contentos. Habrá ejecutivos con la cara roja, vendedores azules, amas de casa con cuerpos verdes, ha pasado Holi y nos hemos renovado.

Es tiempo de vivir, es primavera, el aire se llena de aromas espesos: azafrán y cardamomo; por las noches las ciudades se perfuman de jazmines que empiezan a florecer.

La India sigue misteriosa y llena de color. Es un buen pretexto para ponerle color a la vida. 

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